Instalación de objetos

Las obras de Helgard Wertel pueden entenderse – a partir de una intensa confrontación con fotografía en blanco y negro y su reducción existencial a lo esencial y a su vez, su disolución. Las cosas y objetos originalmente en series como “Oggetti ritrovati” de la foto, que copiaron con grano grueso en papel baritado, ahora se han transferido a una tercera dimensión.
Cosas, utilizadas por el hombre, desechadas y olvidadas, erosionadas por la arena y las olas y arrojadas a la playa. O esas cosas que fueron abandonadas o perdidas, expuestas al eterno tiempo del decaimiento.
También cadáveres momificados de animalitos, partes de plantas secas o maderas encuentran uso como testigos de tiempos pasados.
Todas estas cosas – cada objeto individual por sí mismo– que ya han vivido su propia historia y se han despojado de su significado original, cobran vida y finalidad por el arte de Helgard Wertel.

Su carácter aleatorio, no en el sentido de presencia, sino de la experiencia de vida – y su asignación entre sí, producen una expresión fascinante y compleja de un mundo nuevo.
Estos mundos complejos o también cada una de las esculturas entre sí, abarquen una amplia gama de experiencias en lo personal y generales; emocionalidad y racionalidad, presencia melancólico-meditativa y sutileza irónica se están manifestando en ellos.
Jaulas y pequeñas áreas semi-cerradas no se revelan a primera vista; el observador se ve obligado a acercarse a ellos de forma interactiva. A menudo, esta interacción está provocada por espejos integrado.
Sólo después de una visión precisa de estas instalaciones objeto – a menudo iluminadas por una luz caliente y tranquila o fría y agresiva – revelan su estado interior con toda claridad. A veces es el estado interior del alma humana, sin embargo es a menudo también la condición del mundo en que vivimos.

Tomaso Bardini
Florencia